Para aprovechar al máximo los datos, es importante seguir buenas prácticas como:
- Definir una política de calidad de datos que establezca los estándares y responsabilidades para la entrada, actualización y limpieza de los datos.
- Utilizar herramientas de validación, de duplicación y enriquecimiento de datos para mejorar la precisión, integridad y completitud de los datos.
- Implementar medidas de seguridad y privacidad para proteger los datos de accesos no autorizados o usos indebidos, cumpliendo con las normativas legales y éticas.
- Establecer un plan de respaldo y recuperación de datos para prevenir la pérdida o corrupción de los datos en caso de emergencias o desastres.
- Realizar auditorías y análisis periódicos de los datos para evaluar su calidad, utilidad y rendimiento, e identificar oportunidades de mejora o innovación.