Según la ley de Estados Unidos, cualquier individuo que llegue al país o se encuentre dentro de él tiene el derecho de solicitar asilo si posee un temor creíble y bien fundamentado de ser perseguido en su país de origen por motivos de raza, religión, nacionalidad, opinión política o pertenencia a un grupo social determinado. Este derecho está respaldado por tratados internacionales y leyes nacionales que buscan proteger a las personas que buscan refugio y seguridad en Estados Unidos.
Además, es relevante mencionar que en ciertos casos especiales, como el de cubanos, haitianos, nicaragüenses y venezolanos, se pueden aplicar programas temporales que les permiten venir a Estados Unidos y vivir y trabajar durante un período de 2 años. Estos programas temporales representan una oportunidad adicional para ciertos grupos de personas que enfrentan circunstancias particulares en sus países de origen.